Este sector se ha dotado de una complejidad tal, que ha obligado a realizar alguna diferenciación entre diferentes actividades, por ejemplo, ya se habla del sector cuaternario para referirse a las actividades financieras y administrativas con respecto al resto de servicios comerciales de transportes, servicios públicos y personales.
El sector terciario se dedica, sobre todo, a ofrecer servicios a la sociedad, a las personas y a las empresas. Lo cual significa una gama muy amplia de actividades que está en constante aumento. Esta heterogeneidad abarca desde la tienda de la esquina, hasta las altas finanzas o el Estado. Es un sector que no produce bienes, pero que es fundamental en una sociedad capitalista desarrollada. Su labor consiste en proporcionar a la población todos los productos que fabrica la industria, obtiene la agricultura e incluso el propio sector servicios. Gracias a ellos tenemos tiempo para realizar las múltiples tareas que exige la vida en la sociedad capitalista de consumo de masas: producir, consumir y ocupar el tiempo de ocio. El sector servicios aumenta progresivamente con el desarrollo de la sociedad capitalista. Durante el Antiguo Régimen era muy escaso, reduciéndose a las ferias locales, la Administración del Estado y poco más. Comienza a aumentar con los inicios de la revolución industrial, y con la concentración de la población en las ciudades, que hace aparecer en ellas las tiendas permanentes, los servicios bancarios, etc. Además, la Administración del Estado se vuelve más compleja. Se tiende a mejorar la gestión y distribución de los bienes, pero el aumento espectacular se da tras la segunda guerra mundial y el desarrollo del Estado del bienestar. Actualmente es el sector que más contribuye al PIB y el que más población activa ocupa, llegando hasta el 90% en países pequeños y ricos, como Luxemburgo o Bélgica.
Esta inflación de servicios se debe a la producción de bienes de consumo por parte de la industria y a la inversión en servicios. Durante los años 80 y 90 también se ha producido un aumento espectacular de la productividad en los servicios, gracias a las nuevas tecnologías, y sobre todo a la informática. El exceso de capitales, fuerza de trabajo y mercancías producido, no se puede transferir a otros sectores, lo que implica un aumento del paro espectacular, y estructural, y una inflación de los servicios, único sector con capacidad de crecer a corto plazo.
Pero tener unos porcentajes altos de población activa en el sector servicios no es exclusivo de los países ricos, sino que también en el Tercer Mundo hay esos mismos índices de trabajadores en este sector. La diferencia está en que en el Tercer Mundo no hay industria que sostenga el desarrollo de los servicios, y la mayoría de ellos son servicios personales, domésticos o actividades sumergidas. Es la existencia de grandes ciudades en los países subdesarrollados lo que propicia esta situación, junto a las grandes desigualdades sociales
Fuente: enciclopedia.us.es
Servicios públicos y privados
Los servicios pueden ser públicos o privados, entendiéndose como públicos los que presta el Estado, y privados los que están desarrollados por empresas o particulares.
Tanto unos como otros pueden coincidir en el tipo de actividad para un mismo país, por ejemplo, en los países de economía capitalista puede existir una enseñanza pública y otra privada, y lo mismo con la medicina, la banca, los servicios de empleo, etc. Una excepción a esto son los servicios que se prestan en los países socialistas, en donde todos ellos pertenecen al Estado, son por tanto públicos.
Para saber más:
El sector servicios crece en España pese a que no crea empleos por la crisis en julio 2010
Cae la facturación del sector servicios en octubre 2010
La actividad en el sector servicios baja por cuarto mes consecutivo (diciembre 2010)
Las actividades terciarias en las economias desarrolladas
El sector servicios en Wikipedia